sábado, 10 de diciembre de 2011

Reflexiones archivadas


Es importante reflexionar cuando mi serenidad vuelve. Sea después de llorar, sentir miedo o tras perderme en mis emociones y sentimientos, en situaciones nuevas o conocidas.
Precisamente a partir ahí empieza uno de mis momentos de autoconocimiento, consciente, tranquilo, en el que las preguntas tienen fáciles y claras respuestas. Es uno de mis momentos conmigo preferidos. Minutos en los que aprendo y recuerdo, en los que crezco e identifico mis sensaciones con sus instantes y motivos. Cuando eso ya ha pasado, creo que eso se archiva en mi mente, se guarda, se cierra. Ya está ordenado y entonces, ya es mío del todo porque tiene inicio y final. 
No sé si la reflexión va de la mano de la serenidad. No sé si es un ejercicio que debemos proponernos de alguna manera o viene sólo. No sé si nuestras mentes se equilibran de manera natural y por sí solas tienden a cero, después de quedar en casi infinitas ocasiones por encima o por debajo de él. Aún no lo sé. Algún día quizás sepa las respuestas a esas incógnitas.
Y cuando llegue ese momento es posible que ya no me interese. Seguramente estaré con otras preguntas.

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